domingo, 30 de noviembre de 2008

ENFERMERIA Y ADHERENCIA

ENFERMERIA Y ADHERENCIA
YADIRA PABON VARELA
Enfermera.
Especialista en Docencia Universitaria.
Magíster en Enfermería.
Docente Programa de Enfermería Universidad Cooperativa de Colombia
e-mail: yadypabon@hotmail.com.


De una u otra forma en el lenguaje común hay dos palabras que tienen que ver con cumplir órdenes o seguir prescripciones y recomendaciones de salud y/o terapéutica proporcionada por el profesional de la salud, como son acatamiento y adherencia. La primera, según el Diccionario de uso de la Lengua Española, conlleva tributo, sumisión, o respeto a una persona o a las órdenes, consejos, que provienen de ellas. Por su parte adherencia, palabra recomendada por la OMS, se corresponde con el término adhesión y significa mostrar conformidad con ciertas cosas o con la opinión de otros, apoyar su realización o cumplimiento.

Es así como Basterra[1] define la adherencia como el grado de conducta que tiene un paciente con relación a la toma de medicamentos, es decir cual es el seguimiento de la dieta o modificación de hábitos de vida con base a las instrucciones proporcionadas por un médico o un proveedor de cuidado de salud. Brannon (2002)[2] la define como sinónimo de cumplimiento y Gordis [3] como el punto por debajo del cual es poco probable se obtenga el resultado preventivo o terapéutico deseado. El problema de esta definición es que se debe saber qué porcentaje de la conducta recomendada se necesita para obtener el resultado deseado, hecho difícil de determinar, especialmente cuando hay factores externos (ambientales, culturales y socioeconómicos) que pueden influir en el resultado, independientemente del grado de cumplimiento del paciente.

Bonilla, apoyada en Kontz,[4] considera que las diversas definiciones teóricas que los investigadores presentan sobre este concepto reflejan el régimen de salud completo e involucran cualquier cuidado preventivo, terapéutico o de mantenimiento, y que todas son similares a la definición hecha por Haynes[5] en 1979 quién señala que adherencia o cumplimiento es el “grado al cual los pacientes siguen las instrucciones que se les da para realizar un tratamiento”. Trátese éste de tomar un medicamento, seguir una dieta, hacer cambios en un estilo de vida o seguir recomendaciones.
.
Aun cuando, según la OMS (2004),[6] el concepto de adherencia se viene manejando desde 1975, varios estudios han mostrado que en los países desarrollados la adherencia terapéutica, en pacientes que padecen enfermedades crónicas es del 50%, este padecimiento de las enfermedades crónicas se incrementa en los países en vía de desarrollo, dada la escasez de recursos sanitarios y las inequidades en el acceso a la atención de salud, deficiencia que se ha identificado como principal generador del control insatisfactorio de las complicaciones de las enfermedades crónicas, especialmente las cardiovasculares.

Entre las razones por las cuales los pacientes no cumplen con su tratamiento están la resistencia a aceptar un tratamiento riguroso y en ocasiones desagradable, la pérdida de fe en el tratamiento, la falta de motivación, la rápida recuperación, la falta de recursos para pagar los medicamentos, la irresponsabilidad u otros factores que, por lo general, tienden a ser culpa del paciente. Esto lleva a pensar entonces, que una de las estrategias necesarias es la conversación del personal de salud con el paciente para tener comprensión del estilo de vida y el posible compromiso con el plan de tratamiento, ya que al principio muchas personas se adhieren muy bien al tratamiento pero con el tiempo el paciente o se desinteresa o pierde la motivación para continuar los directrices del tratamiento.

Los estudios demuestran que los pacientes que toman correctamente los medicamentos logran mejores resultados, el incumplimiento al tratamiento constituye un problema en la salud pública, tanto por su extensión como por sus consecuencias clínicas y socio-económicas, de ahí la necesidad de una buena comunicación entre el personal de salud y el paciente, de que éste entienda lo que se le explica, los consejos que se le dan. Una deficiente comunicación entre el paciente y el personal de salud, bien sea por que su baja escolaridad o su avanzada edad ocasionan el olvido de las recomendaciones, o bien que el personal de salud en general no explique en forma correcta las indicaciones, conduce al rompimiento de adhesión al tratamiento. Adicionalmente, se debe hacer énfasis en la necesidad e importancia de seguir las indicaciones las cuales deben cumplirse en forma regular y continua, y no interrumpirse sino con explícita autorización médica y con la debida supervisión del profesional de la salud.

Teorías de la adherencia terapéutica. Los resultados de las investigaciones sobre el cumplimiento se han usado para elaborar modelos de comportamiento orientados a superar los obstáculos señalados y mejorar la observancia de los tratamientos médicos. Según Homedes y Ugalde (1994) [7] algunos ejemplos son el modelo de creencias relacionadas con la salud (Health Belief Model) impulsado por Becker et al (1979), el modelo cognoscitivo (Cognitive Model) y el modelo de decisiones sobre la salud (Health Decision Model) desarrollado por Eraker et al (1984).

El “Modelo de las creencias de la salud”, es una teoría sostenida en cuatro creencias interactivas que influyen en el cumplimiento de los comportamientos relacionados con la salud como son A) la susceptibilidad generada por las consecuencias negativas a la falta de cumplimiento, B) la gravedad percibida de estas consecuencias, C) la relación percibida entre costos y beneficio que presentan los comportamientos de adherencia D) las barreras percibidas para incorporar comportamientos de adherencia en el estilo de vida personal.

La teoría comportamental hace énfasis en la importancia del refuerzo positivo y negativo como mecanismo para influir en el comportamiento. La perspectiva cognoscitiva trata de integrar las variables del entorno y las respuestas cognoscitivas del individuo a las amenazas para la salud; los pacientes crean representaciones personales de las amenazas de la salud y los modelos de la enfermedad y de su tratamiento, son estos los que guían su toma de decisiones y comportamientos.
Otro modelo que destaca el informe de la OMS es el modelo de aptitudes de información – motivación – comportamiento (IMC). La motivación engloba actitudes personales hacia la adherencia, el apoyo social percibido, la norma o la percepción subjetiva que tiene el paciente sobre como podrían comportarse otros con ese trastorno médico. Algunos autores consideran que para incrementar la adherencia terapéutica se debe partir de la instrucción y preparación del profesional de la salud en el desarrollo de comunicaciones persuasivas, afectivas y eficaces; simplificar los regímenes terapéuticos (dosis, horarios); así como programar la frecuencia de las visitas del paciente, la aplicación de refuerzos selectivos de las conductas de salud y los contratos conductuales.
Estrategias de Enfermería

El conocimiento del porqué las personas en riesgo de padecer enfermedad cardiovascular, se adhieren o no a las recomendaciones y prescripciones terapéuticas le permite a enfermería la posibilidad de poder contar con bases para desarrollar las estrategias a seguir en los programas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad.

Fleury (1992) dice que el papel de la enfermera es ayudar al individuo a que entienda, adopte y mantenga prácticas, en su estilo de vida, que le ayuden a disminuir riesgos e incapacidades, por eso es esencial que la enfermera desarrolle el conocimiento que se requiere para ayudar a individuos y familias a que inicien y mantengan comportamientos congruentes con los esfuerzos que se hacen para reducir los riesgos.

Claro está que, por la complejidad de la conducta humana, es necesario desarrollar, según Cosolvo (1990), una base teórica que permita entender la relación que hay entre los diferentes factores que influyen en la motivación individual [8] y así poder desplegar estrategias de promoción, prevención e intervención más efectivas, para disminuir los niveles de morbilidad en personas con enfermedades crónicas, promoviendo la adherencia a los tratamientos.

BIBLIOGRAFIA
BASTERRA M. El cumplimiento terapéutico. Pharm Care Esp 1999.

BONILLA, Claudia. Diseño de un Instrumento para evaluar los factores que influyen en la adherencia a tratamientos farmacológicos y no farmacológicos en personas que presentan factores de riesgo de enfermedad cardiovascular y validez de contenido del mismo. Tesis para obtener el titulo de Maestría en Enfermería. Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Enfermería. Bogotá 2006.

BRANNON, L. et al. Psicología de la salud. España. Paraninfo. Learning, 2002.

GORDIS L. Methodological issues in the measurement of patient compliance. En Sackett DL, Haynes RB, Eds. Compliance with therapeutic regimens. Baltimore: Johns Hopkins; 1976.

HAYNES R. Determinants of compliance: The disease and the mechanics of treatment. Compliance in health Care. Baltimore. MD, Johns Hopkins. University Press.1979.

HOMEDES, N, Ugalde, A. ¿Qué sabemos del cumplimiento de los tratamientos médicos en el tercer mundo? Boletín de la oficina sanitaria panamericana.

KONTZ, M. A proposed model for assessing compliance with the unitary man/women framework based on an analysis or the concept of compliance. En Bonilla,

ORAGANIZACION Mundial de la Salud. Adherencia a los tratamientos a largo plazo.


[1] Basterra, M. El cumplimiento terapéutico. Pharm Care Esp. 1999, p. 97.
[2] Brannon, L. et al. Psicología de la salud. España. Paraninfo. Learning, 2002, p. 109
[3] Gordis, L. Methodological issues in the measurement of patient compliance. En Sackett DL, Haynes RB, Eds. Compliance with therapeutic regimens. Baltimore: Johns Hopkins; 1976.
[4] Kontz, M. A proposed model for assessing compliance with the unitary man/women framework based on an analysis or the concept of compliance. En Bonilla, C. p. 94.
[5] Haynes, R. Determinants of compliance: The disease and the mechanics of treatment. Compliance in health Care. Baltimore. MD, Johns Hopkins. University Press.1979.
[6] Organización Mundial de la Salud. Adherencia a los tratamientos a largo plazo. Op cit., p.35
[7] Homedes, N, Ugalde, A. ¿Qué sabemos del cumplimiento de los tratamientos médicos en el tercer mundo? Boletín de la oficina sanitaria panamericana. 116. 1994.
[8] Las teorías motivacionales han sido paradigma para proponer cambios en los hábitos y estilos de vida, entre ellas la “teoría de modelo de creencia de Salud” que se derivó originalmente de la “teoría de nivel de aspiración de Leguen”

PRACTICAS DE CUIDADO QUE REALIZAN CONSIGO MISMAS Y SUS HIJOS POR NACER UN GRUPO DE GESTANTES ADOLESCENTES, COMPARADAS CON UN GRUPO DE GESTANTES ADULTA


PRACTICAS DE CUIDADO QUE REALIZAN CONSIGO MISMAS Y SUS HIJOS POR NACER UN GRUPO DE GESTANTES ADOLESCENTES, COMPARADAS CON UN GRUPO DE GESTANTES ADULTAS DE LAS COMUNAS 3 Y 6 DE LA CIUDAD DE SANTA MARTA.
LUZ ÁNGELA REYES RÍOS
Enfermera
Universidad de los Llanos Orientales
Especialista Docencia Universitaria
Universidad Cooperativa de Colombia
Magíster en Cuidado Materno Perinatal
Universidad Nacional de Colombia

INTRODUCCION
Mediante un estudio descriptivo, comparativo, cuantitativo y de corte transversal se compara las prácticas de cuidado que realizan consigo misma y su hijo por nacer las gestantes adolescentes y las gestantes adultas. Para la recolección de la información se utilizó, un instrumento valorado por la universidad Nacional, el cual esta estructurado en seis dimensiones: estimulación prenatal, ejercicio y descanso, higiene y cuidados personales, alimentación, sistemas de apoyo y sustancias no beneficiosas, permitió valorar las prácticas de cuidado como buena, regular o mala y establecer una comparación entre los dos grupos de gestantes. Se trabajó con una muestra de 180 gestantes, 79 adolescentes y 101 adultas, residentes en las Comunas 3 y 6 de la ciudad de Santa Marta en los meses de agosto y septiembre de 2006.

En términos generales se puede decir que el 34,18% (27) de las adolescentes y el 25,74% (26) de las adultas tuvieron buena práctica, la mayor proporción de gestantes adolescentes 65,82% (52) como de gestantes, adultas 74,26% (75) tuvieron prácticas regulares, en ninguno de los dos grupos se obtuvo malas prácticas.

Se encontró que tanto adolescentes como adultas tienen tendencia a hablarle al bebe, pocas lo estimulan con luz a través de las paredes de su abdomen, se observo que en ambos grupos la gestante duerme más de seis horas durante la noche, se cepillan los dientes después de cada comida, aunque dejaron de asistir a la consulta odontológica, las adolescentes, al contrario de las adultas, prefieren el uso de ropa que le permita libertad de movimientos.

Un mayor número de adultas consume más de dos porciones de tubérculos y un promedio de siete vasos de líquido al día. Aunque ambos grupos de gestantes tienden a asistir a los controles prenatales programados, las adolescentes hacen más caso de las recomendaciones dadas por el personal de salud que las atienden. Las adultas toman más tinto que las adolescentes pero evitan el licor y el consumo de sustancias que le produzcan adicción.

Palabras claves: gestante, adolescente, adulta, prácticas de cuidado.

ABSTRACT
By means of a descriptive, comparative, quantitative study and of traverse court it is compared the practices of care that you/they carry out I get same and their son to be born the adolescent gestation and the mature gestation. For the gathering of the information you uses an instrument valued by the National university, the one which this structured in six dimensions: prenatal stimulation, exercise and rest, hygiene and personal cares, feeding, support systems and non beneficial substances, and it allowed to value the practices of care as good, to regulate or bad and to establish inferences among the two gestation groups. One works with a sample of 180 gestation, 79 adolescents and 101 mature, residents in the communes 3 and 6 of Santa Marta's city in the months of August and September of the 2006.

In general terms one can say that 34,18% (27) of the adolescents and 25,74% (26) of the mature ones they had good practice, the biggest proportion of gestations adolescents 65,82% (52) as of gestation, mature 74,26%(75) they had practical regular, in none of the two groups it was obtained bad practical.

It was found that so much adolescent as mature they have tendency to speak the one he/she drinks, few they stimulate it with light through the walls of their abdomen, one observes that in both groups the gestation sleeps more than six hour during the night, the teeth are brushed after each food although they stopped to attend the consultation odontológy, the adolescents, contrary to the mature ones, prefer the use of clothes that allows him freedom of movements.

A bigger number of mature consumes more than two portions of tubers and an average of seven glasses of liquid a day. Although both gestation groups spread to attend the programmed prenatal controls, the adolescents they pay more attention of the recommendations given by the personnel of health that assists her. The mature ones take more I tint that the adolescents but they avoid the liquor and the consumption of substances that produce him addiction.

Key words: gestation, practical adolescent, mature, of care.


INTRODUCCION
La gestación es un proceso complejo en el que ocurren cambios importantes en la mujer a nivel fisiológico como psicológicos, en el cual, el medio ambiente familiar y el entorno social, juegan un papel muy importante durante todo este proceso.

Por tanto, es fundamental que el profesional de enfermería, conozca el cuidado que se brinda la gestante consigo misma y su hijo por nacer, que varía según sus creencias y culturas, además, representa un grupo importante de la población y son especialmente vulnerables a los cambios sociales, económicos y políticos de nuestro país.

Teniendo en cuenta que ya existe un instrumento valido y confiable que permite valorar las prácticas de cuidado que realiza la gestante consigo misma y su hijo por nacer, en esta investigación se valoraron las prácticas de cuidado de la gestante adolescente y adulta, en la cual, se contó con la participación de 180 gestantes, 79 adolescentes y 101 adultas, de las Comunas 3 y 6 de la ciudad de Santa Marta. El instrumento utilizado esta estructurado en seis dimensiones: estimulación prenatal, ejercicio y descanso, higiene y cuidados personales, alimentación, sistemas de apoyo y sustancias no beneficiosas; permitiendo valorar las prácticas de cuidado, como buena, regular o mala y establecer una comparación entre los dos grupos de gestantes.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
¿Cómo son las prácticas de cuidado que realizan consigo mismas y con sus hijos por nacer gestantes adolescentes y gestantes adultas de las comunas 3 y 6 en la ciudad de Santa Marta, en el periodo comprendido entre Agosto y Septiembre de 2006?.

Objetivo general
Comparar las prácticas de cuidado que realizan consigo mismas y con sus hijos por nacer gestantes adolescentes y gestantes adultas de las comunas 3 y 6 en la ciudad de Santa Marta en el periodo comprendido de Agosto a Septiembre de 2006.

Objetivos contributivos

· Valorar las prácticas de cuidado que realizan consigo mimas y con sus hijos por nacer las gestantes adultas de las comunas 3 y 6 de la ciudad de Santa Marta en el periodo comprendido de Agosto a Septiembre de 2006.
· Valorar las prácticas de cuidado que realizan consigo mismas y con sus hijos por nacer las gestantes adolescentes de las comunas 3 y 6 de la ciudad de Santa Marta en el periodo comprendido de Agosto a Septiembre de 2006.
· Establecer diferencias de las prácticas de cuidado de las gestantes adolescentes y sus hijos por nacer y las gestantes adultas y sus hijos por nacer de las comunas 3 y 6 de la ciudad de Santa Marta en el periodo comprendido de Agosto a Septiembre de 2006.

TIPO DE ESTUDIO
Este estudio es descriptivo, de abordaje cuantitativo, de tipo comparativo y de corte transversal.

POBLACIÓN
Gestantes adolescentes y adultas de las Comunas 3 y 6 de la ciudad de Santa Marta en el periodo comprendido entre los meses de agosto y septiembre de 2006.

MUESTRA
Se seleccionó de manera intencional por conveniencia y estuvo conformada por 79 Gestantes adolescentes entre 10 y 19 años y 101 gestantes adultas, entre 20 y 39 años, de las Comunas 3 y 6 de la ciudad de Santa Marta, que cumplieron con los criterios de inclusión.

DEFINICIÓN DE CONCEPTOS
Para el presente estudio se utilizan los siguientes conceptos relacionados con las variables de estudio:

Gestante adolescente[1]. Mujer que espera un hijo durante la adolescencia, la cual se considera una etapa del ciclo vital del desarrollo humano que se caracteriza por el crecimiento y maduración biológica, fisiológica, psicológica y social del individuo, marcado por el inicio de la capacidad biológica de reproducirse que tiene este individuo, así como de la capacidad social. Sus límites se encuentran entre los 10 y los 19 años.

Gestante adulta. Según el DANE es aquella mujer que espera un hijo y se encuentra entre los 20 y los 49 años edad, etapa en la cual culmina su periodo fértil.

Cuidados.[2] Hace referencia a los fenómenos abstractos y concretos que están relacionados con experiencias de asistencia, apoyo y autorización o con conductas para con los demás que reflejen la necesidad evidente o prevista de mejora del estado de salud de la persona o de los estilos de vida.

Prácticas de cuidado. [3] Son las actividades que las personas hacen por su propia cuenta con el fin de seguir viviendo, mantener su salud, atender sus enfermedades y conservar su bienestar y el del hijo por nacer. En el caso de las gestantes, son las actividades que realizan las gestantes con ellas mismas y con sus hijos por nacer para cuidarse en el periodo prenatal.

INSTRUMENTO
El instrumento que se utilizó, es un instrumento válido y confiable que se construyó a partir de una investigación metodológica, diseñado por docentes y estudiantes de maestría en el área maternoperinatal de la Universidad Nacional de Colombia, denominado prácticas de cuidado que realizan consigo mismas y con el hijo por nacer las mujeres en la etapa prenatal[4]


PROCEDIMIENTO Y RECOLECCIÓN DE DATOS
Procedimiento para la recolección de la información. Para la recolección de la población de la investigación “Prácticas de cuidado que realizan consigo mismas y su hijo por nacer las mujeres en la etapa prenatal” se realizo previo consentimiento por escrito de las participantes, se aplicaron 180 instrumentos, 79 a gestantes adolescentes y 101 gestantes adultas, de las Comunas 3 y 6 de la ciudad de Santa Marta. Se aplicó una única vez, el instrumento fue el mismo para las gestantes adultas como para las adolescentes. Una vez recogidos los datos se procesaron en Matriz Excel, para luego ser analizados

Procesamiento de la información. Recogida la información se procedió a la limpieza de LA BASE DE DATOS, donde se mantuvo la veracidad con el vaciamiento de cada uno de los ítems del instrumento que se aplico, en la matriz Excel, se corroboro ítem por ítem, para no cometer errores en el vaciamiento de la información. Los datos se distribuyeron en tablas para los datos sociodemográficos y tablas y gráficos para cada una de las dimensiones de las prácticas de cuidado de la gestante.

MARCO DE ANÁLISIS
Para el respectivo análisis se tuvo en cuenta la coherencia del marco teórico, objetivos y resultados obtenidos.

Para el análisis de los datos sociodemográficos se utilizó estadística descriptiva con frecuencias y porcentajes, los cuales se presentaron en tablas.
El análisis de las dimensiones, se realizó mediante un análisis no paramétrico, donde se utilizó la prueba de ji cuadrada, que permite evaluar hipótesis acerca de la relación entre dos variables, para sacar la prueba de significancia estadística.
Para medir el nivel de confianza se determinó que si el resultado es menor de 0.05, el dato es estadísticamente significativo.

RESULTADOS Y DISCUSION
El mayor porcentaje de las adolescentes que participaron en el estudio, 63,29% (50), se encuentra en la adolescencia tardía. Estos datos coinciden con los indicadores demográficos del 2005[5] los cuales dicen que la actividad sexual comienza entre los 11 y 18 años, que el inicio temprano es más frecuente en la población de estrato social bajo, el 10% de las mujeres entre 15 y 19 años son madres tempranamente. El mayor porcentaje de adultas se encuentran entre los 25 y 29 años con un porcentaje del 41,58%. Como se puede ver el mayor porcentaje de mujeres se encuentra en la edad en la cual la tenencia de un hijo no ofrece mayores complicaciones para ella, situación que se corresponde con lo que se enuncia en la encuesta Profamilia 2005 en el sentido de que la mortalidad de los niños de madres menores de 20 años es un poco más alta que la de madres entre 20 y 39 años.

En cuanto a la escolaridad el 48,10% (38) de las adolescentes tienen secundaria incompleta es de resaltar que el 1,27% (1) son analfabetas. En la adulta un 32,67% (33) la secundaria incompleta, el 4,95%(5) son analfabetas. Estos datos se asemejan a los del Censo del 2005[6] en el cual se dice que el 37,2% de la población ha alcanzado el nivel educativo de básica primaria, el 31,7% secundaria, el 7,0% ha alcanzado el nivel profesional y el 1,3% estudios de especialización, la población sin ningún nivel educativo es del 10,5%.

Rodríguez,[7] apoyada en Jewell Todd, señala que el nivel educativo influye en la comprensión y asimilación de lo enseñado por la enfermera en el control prenatal, una madre educada, tiene la habilidad de producir, más eficientemente, salud en el niño, quizás debido al mejor conocimiento del insumo.

En lo referente a partos de las adolescentes el mayor porcentaje, 60,76%, son nulíparas; Según Martínez[8] la madurez biológica, psicológica y social se ha ido alcanzando progresivamente, en lo biológico el descenso en la edad de la menarquia favorece a las adolescentes. En relacion a las adultas se encuentra que el 31,68% (32) esta en cero partos, el 30,69% (31) esta en el segundo parto y en menor proporción el 2,97% (3) en el cuarto. Si se relaciona con la de educación de las gestantes se ve que hay correspondencia entre números de hijos y la proporción que tienen secundaria completa, según el Ministerio de Protección Social [9] las mujeres sin ninguna educación tienen dos hijos más de los que les hubiese gustado tener, mientras que las de educación superior tienen solamente los que desean.

Es de resaltar que las gestantes adolescentes como las adultas no asisten al curso de preparación para la maternidad lo cual es preocupante, es bien conocido los grandes beneficios que tiene para la gestante como para su hijo por nacer el vincularse a su compañero en todo el proceso de la maternidad. A pesar que el Ministerio de la Protección Social sugiere [10] que en el control prenatal que realiza el médico como la enfermera se debe hacer remisión al curso de preparación para la maternidad y paternidad esto no sé esta cumpliendo.

ANÁLISIS GENERAL PRÁCTICAS DE CUIDADO DE LAS GESTANTES ADOLESCENTES Y ADULTAS
Se observa que las adolescentes presentan un porcentaje mayor de buena práctica, 34,18%, mientras en las gestantes adultas predomina la regular práctica, 74,26%. En total solo el 29,44% de las gestantes presentan buena práctica. El hecho de que las adolescentes tengan un mejor comportamiento es algo que llama la atención pues se supone que debido a su vulnerabilidad biológica, psicológica, social y familiar ellas no tienen la suficiente madurez, experiencia, ni conocimientos para cuidarse en forma adecuada, razón por la cual deben recibir una atención especial, como dice Singh [11] la gestación en adolescentes es un problema prioritario en salud pública por su alto riesgo de morbi-mortalidad materna, perinatal e infantil.

ANÁLISIS POR DIMENSIÓN DE LAS PRÁCTICAS DE CUIDADO DE LOS DOS GRUPOS DE GESTANTES

Dimensión estimulación prenatal.
El comportamiento de las gestantes frente a la estimulación prenatal, se muestra como las adultas tienen una mejor práctica pero que en forma general domina la regular práctica.

Al analizar los ítems que hay en esta dimensión se observó que la práctica que más utilizan las gestantes adolescentes como las adultas es hablar y acariciar al bebe a través de las paredes de su abdomen: Las adultas tienen tendencia a hablar más con su hijo por nacer que las adolescentes, tal vez por su madurez o por su rol de madre que quiere tener la mujer adulta. En menor proporción utilizan la música y el estimularlo con luz a través de las paredes del abdomen. Se puede deducir que las gestantes no estimulan a su bebe por medio de la luz porque no le dan importancia a este tipo de estimulación o no conocen este medio. Una situación semejante describen Argueta[12] y Carranza,[13] por este motivo le corresponde al profesional de la salud, en especial a la enfermera por su contacto con la gestante cuando esta acude a control prenatal, rescatar esta práctica inculcando a la gestante los beneficios que ella reporta.

Dimensión de ejercicio y descanso.
En ambos grupos predomino la regular práctica y la mala es reducida. La regular práctica esta asociada a la realización de actividades domesticas que le producen cansancio y actividades recreativas por lo menos una vez a la semana. La mala práctica que se observo es que ninguno de los dos grupos realiza ejercicios por treinta minutos tres veces por semana. Con respecto al ejercicio, es bien sabido los grandes beneficios que tiene este para la gestante y su hijo por nacer. Según Ruiz de Cárdenas [14] en la actualidad existe evidencia científica sobre los beneficios del ejercicio para la gestante y su hijo por nacer, al igual que después del parto como son los estudios realizados por Lieferman y Everson,[15] la de Sorensen[16] y la de Yeos et al,[17] los cuales apoyan la idea de que una mujer con un embarazo normal y bien controlado no necesita limitar su actividad física por miedo a efectos adversos, es más, todos coinciden en señalar que el ejercicio juega un papel muy importante en el equilibrio físico y psíquico de la mujer gestante, siempre que éste se realice bajo la adecuada supervisión médica.

Se evidencio que como dice Didona,[18] la mayoría de las gestantes duermen más de seis horas durante la noche y en el día tienen periodos de descanso en horas de la mañana como de la tarde.

Dimensión higiene y cuidados personales
En ambos grupos hay predominio de la buena práctica, esta se orienta hacia la adecuada limpieza de los genitales., La regular práctica esta asociada con la no asistencia a la consulta odontológica durante la gestación y el cepillado de dientes después de cada comida, situación que se presenta respectivamente en las adolescentes y adultas. La mala práctica esta dada por el no uso de ropa que le permita libertad de movimiento en especial de la adolescente.

Según Ruiz de Cárdenas [19] la higiene dental es uno de los cuidados especiales que la gestante debe tener ya que el tejido vascular gingival es fuertemente afectado por el estado de gestación y los cambios en la composición de la saliva pueden predisponer a la caries dental durante este período, por ello se recomienda fortalecer la higiene dental con el uso de cepillo de cerdas suaves para prevenir lesiones en las encías y visitar al odontólogo.

Con respecto al uso de ropa Reeder y Martín[20] dicen que las gestantes adolescentes utilizan ropa que no les permite libertad de movimiento a diferencia de las adultas que evitan cualquier tipo de ropa o accesorios que impida el movimiento o la circulación. La adolescente tal vez utilice este tipo de prendas, porque de pronto no ha asimilado su embarazo, y aun se encuentra en la etapa que quiere lucir su cuerpo

Dimensión alimentación.
Se encontró que en ambos grupos de gestantes predominan las regulares prácticas dadas por el consumo irregular de productos lácteos, carne, verduras, hortalizas y frutas.

Es conocido que las prácticas alimentarías depende de las costumbres culturales y en esta región la base de la alimentación es el guineo, el consumo de verduras y hortalizas esta determinada por el aspecto económico, lo común es el consumo de más de dos porciones de tubérculos al día, siendo difícil modificar estas costumbres de un momento a otro, a la vez, es necesario que desde muy temprana edad se le enseñen a los jóvenes a consumir una alimentación balanceada, pues la buena alimentación minimiza los riesgos maternos y fetales.

Al revisar los resultados de los ítems que conforman esta dimensión se observa como las gestantes adolescentes consumen mas leche que las gestantes adultas. Las gestantes adultas consumen más carne y más tubérculos que las gestantes adolescentes. Con relación al consumo de los otros alimentos las prácticas son similares

El consumo de agua esta influenciado por las altas temperaturas que presenta la ciudad más no porque es algo beneficioso para ellas y su hijo por nacer. Según Reeder y Martin [21] el agua es un disolvente necesario para la digestión, el transporte de nutrientes a la célula, y la eliminación de desechos del organismo. También es un lubricante que ayuda a mantener la temperatura del cuerpo, por lo cual la embarazada debe beber de seis a ocho vasos de líquidos al día.

Dimensión sistemas de apoyo.
Se puede ver como en ambos grupos predomina la buena práctica y en segunda instancia la regular práctica. La buena práctica esta dada por el cumplimiento de las recomendaciones dadas por el personal que la atiende y la asistencia a los controles prenatales. La regular práctica estuvo dada por la búsqueda de apoyo económico en familia, amigos o conocidos; por la solicitud de ayuda a su familia o amigos en los trabajos de la casa cuando los necesite y por la demostración de afecto por parte de familiares y amigos.

En lo que se refiere a la búsqueda de apoyo Hurtado[22] considera que las prácticas religiosas fortalecen la espiritualidad de las gestantes, la fe aumenta su autoestima y resalta la importancia del apoyo social en la gestante, dice que en Colombia el 98% de las gestantes pide a Dios por su bienestar.

Dimensión sustancias no beneficiosas.
Se puede ver que ambos grupos hay un dominio de las buenas prácticas de cuidado con el consumo de sustancias no beneficiosas. La buena práctica esta dada por el no fumar, el no consumo de sustancias que producen adicción como el licor. La regular práctica en mayor proporción está dada por el consumo de más de tres tasas de café al día.

Los resultados de la presente investigación son similares a los reportados en la Encuesta Nacional de demografía y salud [23] donde de cada 10 embarazos el 90% no consumió alcohol y el 96% no fumaba, por ello teniendo en cuenta que según Bonilla[24] un solo cigarrillo es capaz de disminuir hasta en un 30% la frecuencia de los movimientos respiratorios y de acuerdo a González [25] durante el embarazo se crea una dependencia simbiótica entre la madre y el hijo de tal forma que los hábitos y el estado físico de la madre repercute directamente sobre el desarrollo y crecimiento del bebe, se hace necesario enfatizar en la educación sobre las consecuencias del fumar

Con relación al consumo de café el resultado de esta investigación se asemeja con el encontrado por Argueta[26] donde las gestantes consumían café por costumbre o porque no tenían otra bebida para tomar.

CONCLUSIONES
1. Al valorar en general las practicas de cuidado de la gestante consigo misma y su hijo por nacer se encontró que, el mayor porcentaje para los dos grupos de gestantes fue de regular practica, seguido en menor proporción por la buena practica, no se evidencio mala practica, debido a que el puntaje general del instrumento depende de la suma de todos los ítems, y al realizar la clasificación por porcentajes de las malas prácticas quedan ocultas, puesto que hay ítems que compensan el resultado del otro
2. El análisis general del instrumento, muestra que las gestantes adolescentes y adultas tienen buenas y regulares prácticas: El análisis de cada dimensión se reportan malas prácticas en menor porcentaje. Este hecho merece un comentario importante, ya que si estadísticamente los resultados de la mala práctica representan un porcentaje muy bajo, Su presencia en la literatura y la evidencia científica, tienen una gran relevancia en las prácticas de cuidado.

3 - La practica más utilizada en los dos grupos de gestantes es hablarle a su bebe, acariciarlo a través de las paredes de su abdomen, lo menos que las gestantes hacen es colocar música y luz a través de las paredes de su abdomen.

4- En ambos grupos de gestantes la practica mas utilizada fue el dormir más de seis horas durante la noche, descansar durante el día, en menor proporción se encontró el realizar ejercicios por treinta minutos tres veces a la semana. Se aprecia que en ambos grupos se tiene la tendencia al sedentarismo, a la vez se debe tener en cuenta que las gestantes consideran el realizar actividades domesticas como parte de su ejercicio, los cuales si no son extenuantes se le deben de considerar como beneficiosos para ella y su hijo por nacer

5 - La gestante adulta, se cepilla menos los dientes después de cada comida, deja de asistir a la consulta odontológica y utiliza mas duchas vaginales, mientras que la gestante adolescente tiene mayor incidencia en inadecuada técnica de limpieza de los genitales y el utilizar ropa que no le permite libertad de movimiento

6- Se observo que las gestantes adolescentes consumen mas leche que las gestantes adultas. Las gestantes adultas consumen más carne y más tubérculos que las gestantes adolescentes. Con relación al consumo de los otros alimentos las prácticas son similares.

7- En los dos grupos de gestantes se observó el cumplimiento de las recomendaciones dadas por el personal de salud que la atiende, buscar ayuda en los trabajos de la casa y la demostración de cariño por parte de su familia.

8 - En los dos grupos de gestantes se encontró que tienen buenos sistemas de apoyo, por tanto se debe utilizar esta fortaleza para involucra al grupo familiar en todo el proceso de la gestación que se verá reflejado en el bienestar biopsicosocial de ella y su hijo por nacer, por tanto las instituciones de salud deben crear estrategias para ofrecer el programa de preparación para la maternidad y paternidad.

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[1] MINISTERIO DE PROTECCION SOCIAL. Norma técnica para la atención temprana de las alteraciones del embarazo. Op cit. p. 6
[2] LEININER. Madeleine. Cultura de los cuidados: teoría de la diversidad y universalidad. EN MARRINER, T. Modelos y teorías en enfermería. 5ta edición. Elsevier. 2003. p. p.508
[3] MUÑOZ DE RODRÍGUEZ. L., Op cit. P 365
[4] RUIZ DE CÁRDENAS Carmen Helena, FAJARDO María Teresa, MORALES Judith Patricia. Validez y confiabilidad del instrumento “Prácticas de cuidado que realizan con ellas mismas y sus hijos por nacer un grupo de gestantes durante la etapa prenatal. Facultad de Enfermería Universidad Nacional de Colombia 2005.
[5] MINISTERIO DE PROTECCIÓN SOCIAL. Situación de salud en Colombia, indicadores demográficos. Op cit. p.16
[6] DANE. Boletín. Censo General 2005. Perfil Colombia.
[7] RODRIGUEZ., D. Practicas de cuidado que realiza consigo misma y con su hijo por nacer las gestantes que asisten a control prenatal a sanidad Detol en Ibagué y Espinal en Septiembre y Octubre de 2005
[8] MARTÍNEZ A. Caracterización de una muestra de población de adolescentes y sus familias en Bayamo. Rev. Cubana MED Gen Integr. 1992
[9] MINISTERIO DE PROTECCION SOCIAL. Tasa de la fecundidad total de Colombia., p. 16
[10] MINISTERIO DE LA PROTECCION SOCIAL. Norma técnica para la atención temprana de las alteraciones del embarazo.
[11] SINGH S, WULF D. Adolescentes de hoy padres del mañana: Un perfil de las Américas, 1990.
[12] ARGUETA, B. Tesis para optar el titulo de maestría en enfermería. Prácticas de cuidado que realizan consigo mismas y con su hijo por nacer un grupo de gestantes en la etapa prenatal. El Salvador. 2003
[13] CARRANZA, F. Tesis para optar el titulo de maestría en enfermería. Prácticas de cuidado que realizan consigo mismas y con su hijo por nacer un grupo de gestantes que asisten a la unidad de salud Los Pinos. Honduras. 2003.
[14] RUIZ DE CARDENAS, C. Artículo: La actividad física y el descanso. Prácticas beneficiosas durante la gestación En: La investigación y el cuidado en América Latina. Facultad de Enfermería. Unibiblos. 2005
[15] LIEFERMAN.J y EVERSON, K. Efecto de la actividad regular moderada antes y durante el embarazo sobre los resultados del nacimiento. Biblioteca Cochrane, edición 2. Journal maternal Health, J. 2003 p.54
[16] SORENSEN, T y WILLIAM, M. Recreations Physical activy during pregnancy and rish of preeclamsia. Junio. 2003. p.55
[17] YEOS, N; EL CHANNG Mc; LECHAIRE, S y RONIS, D. Op cit. p.55
[18] DIDONA, N. Enfermería maternal. Promoción de la salud maternal. Capitulo 7. Mcgraw Hill. Interamericana. 1998. p. 11
[19] RUIZ DE CÁRDENAS C ; FAJARDO, M.; MORALES, J. Op cit., p. 94
[20] REEDER, S y MARTIN, L. Cuidados nutricionales durante el embarazo. Enfermeria Materno Infantil. Interamericana. Mcgraw Hill. 17ª edición. 1995. p. 429.
[21] REEDER. S y MARTIN, L. Op cit., p.385
[22] HURTADO, N. Op cit., p.133
[23] PROFAMILIA Encuesta nacional de demografía y salud. Op cit., p. 31
[24] BONILLA, L. Vida amor y sexo. Enciclopedia familiar. p. 705
[25] GONZALEZ, P. Embarazo y nicotina. http. Omega llce.edr.mx:3000. Biblioteca. Htm/sec 21htm. Consultado mayo 2006
[26] ARGUETA, B. Op cit., p. 87